RECORDÁNDOTE


Sentado bajo la escalera de mi casa,
te recuerdo...
Bajo esos pliegues que solías acariciar:
cortinas, muebles, lámparas ...
y tu cadencioso andar
que me asaltaba cual hurón en medio del camino.
Tu mirada verdemar concentrada en una carta,
tus ojos que veían mi ser y lo escrutaban...
Tus cabellos revueltos, mal peinados de azabache
despedían un olor a ti, olor a amada.
Te recuerdo sentada sobre nuestra cama
aquella noche en que nos amamos sin medidas
y también aquel amanecer junto a tus brazos.
Así recuerda mi memoria desmemoriada por los años
tu presencia en mi vida que aún no parte.
Así evoca los momentos más cálidos y divinos a tu lado.
Así recuerda tu mirada prístina
y tu boca que profirió con frenesí un "¡Te amo!"
Mas, ¿dónde están aquellos ecos de tu voz?
¿En qué hondonada quedaron extraviados?
No sé qué artilugio se llevó lo bello...
No sé que demiurgo pretende hacerte suya.
Sabes bien que ello es pasajero porque al fin,
tu esencia quedó tatuada en mis médulas
tu ser quedó sellado en mis entrañas
y tus besos... ¡absorbidos por mi carne!

© Gustavo Bonelli Vásquez
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