El rocío tiembla en las hojas mañaneras


El rocío tiembla en las hojas mañaneras
tu boca se abre y musita romances de antaño.
Al lado tuyo, mi cuerpo se deposita en tu albornoz.
Es la felicidad que llama a nuestras puertas...
no la dejemos pasar!
Tú te acurrucas dentro de mi ser y lloras de dicha,
porque sentiste la ternura de mis días depositada en ti
porque fuiste UNA conmigo y descubrimos tu misterio
el tuyo, el mío, el del universo que dialoga con los astros
mientras espera nuestra confianza tan ligada a Dios...
Tú me dices que eres libre y que corres por los prados
Ambos trotamos holgados, despojados de ataduras
desembarazados de tanta desesperanza, de tanta frialdad
Tú y yo disfrutamos de esta tibia realidad en el hogar
En la ternura de nuestras calenturas y del deseo...
Paz viene a colmar la dicha de tenerte, porque eres eso:
La alegría de despertar junto a la mujer amada,
junto a semejante sueño hecho sublime realidad
Y juntas nuestras manos se unen para orar, para dar
gracias a Dios por juntarnos, por hacernos uno... Amén!

©Gustavo Bonelli V.
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