El amor, ese tierno sentimiento que con sus dulces garras te atenaza el
corazón, haciéndote vibrar de emoción, es hermano gemelo del dolor,
aquella sombra que en la hondura gris de sus desfallecimientos, te
transporta al claro misterio de la existencia, permitiéndote comprender
con su miseria, tu posición en este Universo. Estas dos grandes pasiones
nos hacen humildes y sabios, pequeños y grandes; nos dan una razón
más para amar la vida, trascendiendo la injusticia y sinrazón del existir,
así como el zafio y adocenado transcurrir de los días...
©Gustavo Bonelli V.
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