DIAS DE INVIERNO



Y llegando el helado convite
el alma se recoge sola, añorando ávida
la luz del mediodía

Llega el níveo placer-displacer de albas colinas...
las rutas y arterias de los renos, corzos y ciervos
tiempo de pensar en el comienzo de un febrero...

Ay, tú, oscuro diciembre sin luz y sin fontanas
yermo terreno en que hasta las aves tiritan,
confundidas de no hallar su laguna sino hielo

Es el canto boreal que se enseñorea en la estepa
es la taiga cruel que no hostiga porque canta
la tundra helada que al fin, nos habla de finitud

Solo queda esperar el marzo aquel, tan próximo
y a la vez tan lejano...

Solo queda marcar las horas con desasosiego ...
con ansias de un renacer del verde y del gozo...

Minsk, Bielorrusia, diciembre de 1994

Por Gustavo Bonelli Vasquez
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