con letanías cercanas, que claman dulzura y sosiego
tu mano... cercana a la mía y presta a la ayuda
mis ojos, sin ver te reclaman, te sienten, te buscan
Sin palabras me hablas y sin oírte te escucho
tu sonrojo es de mi alma alimento y bandera
Oh Ángel Bendito, inocente y firme
tierno y resoluto lucero, tu trocas mi enojo
Sainetes de párvulos se escuchan, y ríes
yo contagiado y henchido, sonrío
Acaso no sabes que tu alma es la mía?
Que tu sentir y desvelos los cubro con gozo?
Sagrada amaneces, inocente mirada...
tú, dulce tesoro, eres mi amada
yo me agazapo y alcanzarte aun no puedo
tu eres mi sol, mi esperanza y mi anhelo...!
©Gustavo Bonelli V.
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