Entre chotis y fados
tu elegancia taciturna
se eleva rauda, imaginativa.
Tal vez pensando en Praia
en su sensualidad, su encanto?
Te sabes la hija deseada
de una casta diva del siglo xxi,
la niña de los ojos de Amalia.
Tu mirada reflexiva en tono menor,
tus ojos perdidos en lontananza.
Sentada frente al infinito misterio
al lado, un gato azabache, entero,
desprendido de si, olvidado, lamiendo,
probando las mieles de estar a tu lado
y también la mismidad de su esencia gatuna.
Tú le das sentido al espacio quimérico
en donde asientas tu ser pensativo,
aguardando a un imaginario Ulises
que tarda en llegar, tras fragores y luchas
esperando al héroe que ha de salvar tu vida.
Hija de la noche y del día, representas la luz
las cadencias lusas de Camoes, de Queiroz,
de Pessoa, de Lobo Antunes y de Saramago
con esa sabia dicha extasiada, mezclando la risa,
la noche, la heroicidad, la angustia y el canto épico.
Eres al fin un alma libre que sueña y que piensa,
que transmite su ser con sus manos, sus ojos
que cual cúspide de un happening, avanza sutil
por entre los pliegues tumultuosos del día a día,
por las curvas ignotas que le dan sentido a tu vida.
©Gustavo Bonelli V.
Todos los derechos reservados
Comentarios
Publicar un comentario