Provoca refugiarse en tu mirada
y perderse en los valles de tus ojos
abrigarse cada mañana con tus pupilas enamoradas.
Cada día amanece y en tus iris que contemplan
lento la llegada de un día nuevo
se advierte lasitud y calma suave de alborada.
Provoca contemplarte en cada aurora
y acelerar el día para que éste te ilumine ya de lleno
esa mirada que acompasa tus pasos suaves, cadenciosos.
Tu mirada invita a amarte y tu sonrisa a contemplarte
eres tú nomas cada vez que miras tan distante.
¡Eres tú, cuando me hablas con tus ojos y tus labios!
© Gustavo Bonelli Vásquez
Todos los Derechos Reservados
Comentarios
Publicar un comentario