YO TE MIRO


Yo te miro en aquel ángulo,
aquel ángulo contrito, sólo mío.
Te recuerdo con ansias otoñales,
con cadencias mozartianas inmortales.
Yo te siento agazapada tras mi llanto,
te percibo en mis laureles, cual poeta.
Nada sabes de pasiones tan amargas,
sólo clamas: libertad, dulce y trascendente.
Yo te observo: Sí, te observo aunque no quieras,
te relato mi dolor cual penitente.
Tú me dices: No temáis, lo tengo tan presente,
el futuro aguarda con dulzores tan queridos.
Yo me aferro a la esperanza que me das,
me convenzo de tus dones traspasados a mi ser.
Nada lúgubre amenaza mi quebranto
cuando de regios acordes engalanas tú mi llanto.
Eres madre, acalorada, apasionada,
en tu fulgor quiero descansar mi pesadumbre,
en tu alborada, mis deseos de amistosa lumbre,
en tus canas dulces, despertar hacia tu Cumbre.

©Gustavo Bonelli V.
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